La Acalypha es una planta rastrera, perfectamente adaptada a los espacios de sol – sombra o incluso de sol directo gran parte del día y de clima mediterraneo. Resistente al calir y al frío moderado, puede llegar a florecer todo el año en cliams templados.
Detaca por el color verde de sus hojas, su capacidad de crecimiento sin un excesivo mantenimiento y sobretodo por sus flores en forma de «colas de gato» de color rojo.