El gladiolo es un bulbo perenne de la familia Iridaceae. Su origen se encuentra en las zonas cálidas del sur de África y Europa, así como de Oriente Próximo. Hay numerosas especies nativas y tiene la capacidad de crecer de forma espontánea en la propia naturaleza.
Planta de clima templado que necesita al menos 12 horas de luz directa para que sus flores se abran. Aguantan bien el sol, no florecen a la sombra y deben estar a una temperatura entre 10º y 24º C. Aunque se adapta a todos los suelos, el más adecuado es aquel que sea arenoso, suelto y con un buen drenaje.
En cuanto al riego, es una planta que necesita mucha agua y humedad constante, así la floración será abundante y las flores grandes. No obstante, hay que tener cuidado con no ahogar a la planta, ya que un exceso de agua puede perjudicar a la planta; por tanto, hay que mantener el sustrato bien humedecido y, por supuesto, muy bien drenado.
