Casuarina equisetifolia, pino australiano, pino de París.
Casuarina equisetifolia. Vegetación:
La Casuarina equisetifolia o pino australiano es un árbol perennifolio de copa piramidal, cuyas ramas nacen de forma erectas o algo penduladas.
Su corteza es de color pardo grisácea, fisurada y áspera. Por lo general, podemos apreciar un tronco bastante recto.
Si nos vamos a la parte foliar de la planta, podremos encontrar unas ramillas delgadas y colgantes de color verde grisáceo, que recuerdan a las mismas acículas de los pinos.
Cuando el pino australiano sea adulto, puede llegar a tener un porte de 30 a 40 metros de altura, si lo dejamos crecer a sus anchas.
Pino australiano. ¿Cuáles son sus cuidados?
Presenta buena resistencia al frío y a las heladas de hasta -9ºC y tiene muy buena resistencia a la proximidad del mar. Resistente a los fuertes vientos y tolera las sequías prolongadas.
Su mejor orientación sería a pleno sol, manteniendo un riego moderado en plantas no establecidas y más frecuente en las épocas más calurosas.
El pino australiano es una especie poco exigente en cuanto a suelos, pero si es importante que no tenga encharcamientos, tolerando incluso a los suelos pobres y salinos, aunque le gusta los suelos con sustratos arenosos bien drenados.
Pino de París. ¿Cómo es su flor y su fruto?
El pino de París o pino australiano es una especie monoica, es decir, tiene flores unisexuales que nacen en el mismo pie de la planta.
Las flores femeninas que son fecundadas posteriormente formarán los frutos, que en este caso son una apariencia de piñas globosas de pequeño tamaño y alargadas de aproximadamente 1 cm de diámetro.
Estos frutos están formadas por una agrupación de sámaras, que al separarse, liberan numerosas semillas muy pequeñas, ligeras y con alas, lo que favorece su dispersión por el viento.
Casuarina equisetifolia, ¿Dónde plantar?
Puedes plantarla de forma aislada en jardines, en pequeñas agrupaciones o para crear pantallas o setos altos.
Es una buena opción para formar pantallas protectoras de gran altura y muy efectivas contra el viento la salitre del mar.